dra en proceso...

Me han engañado, sabotaje… y he vivido con ello. Es difícil cuando vuelas a la escuela con dolor de cabeza y encima no hay ni clase, y eso que estamos certificándonos. Lección número uno: –No confíes en nadie. Y es así como hoy vivo mi vida, con constantes dolores de cabeza, con proposiciones indecorosas “imaginantes” e ingenuas… proposiciones que acabarían con el mundo, con mi mundo en un segundo. Quien hoza entrar en mi mente, que no puedo evitarlo. He pecado con el pensamiento, la divina me contó algunas cosas y he tenido que sobrevivir ante ellas, como la fiera que se sienta frente a mi. Es indudable el momento de mi partida, de nuestra partida… como las estaciones, así como las hojas caídas es indispensable además el riesgo tomar para a aquella poder complacer. Me han escuchado gritar pidiendo ayuda y me la han puesto en bandeja de plata, sin embargo he caído ante la falsedad de creer en el no poder. La fobia al triunfo lo dicen, que es cuando te llaman perdedor? Porque ha

Quiero que S.U. me robe el alma, por ejemplo, a ver que se siente, a ver si se siente... a jugar a ver si siento. He estado consiente, de la actualización de los blogs, como siempre escribo algo es esta caja de texto mas nunca lo publico. Hace tiempo que no me llena nada, he estado feliz... he sido feliz quien lo sabe. El otro día me pregunté una pregunta de otra pregunta y fué la que sigue: La pregunta sería eres feliz? o estás feliz?, surgió de una charla cibernetica con Alexiel la felicidad es solo un estado? ... como un semaforo en rojo ... o en verde. Inexplicablemente me siento bien, aunque las cosas que se supone que tengo realmente no las tengo, aunque la sonrisa de la niña era para la de atras. Pero estoy bien, estoy muy bien hago enfadar a la gente aun porque no me molesta lo que les molesta y terminan mas enfadados. Acabo de lavar mi ropa blanca y me di cuenta de que un pantalon tiene pringas de color rojo, no se cuando, no se como porque segun mi recuerdo no las tenía antes

Era falso pero le hablaba con tranquilidad, la delicadeza de un niño la utilicé también, me faltaba técnica y concentración pero entendida ella de mis sobresalientes nervios… cada camino dibujado, cada palabra exacta todo con la tinta en mis manos, trazaba sin fin las caricias y acortaba los llantos, hacia largas las lluvias, las penumbras le gustaban. Me miraba escondida y quise seguirle el juego haciéndome sosa la mente, sosa el alma… como desaparecido me quedé, sin un movimiento permitiendo su extraña lujuria. La prisa conocida con la que andaba mas que de costumbre por conveniencia, la saciedad del viento en sus cabellos y el abrigo… colgado al cuello el trapo viejo de un regalo. La combinación perfecta en grises, en curvas… nada mejor para los ojos extraños. La impaciencia me empezó a colmar pues se hacía tarde para lo planeado, nadie sabía lo que mi mente me decía tanto que hasta me hacía explotar el corazón, y un chorro de adrenalina bañaba mis entrañas. Mirar al destino en el f