Si, así como lo vives. Hola, gracias por los comentarios recientes la verdad no sabía que todavía me leían. Me he convencido a mi misma de que la ingratitud es necesaria en algunas ocasiones, de que no basta con un simple no amoldado a la situación si no un feroz rugido que demuestre la sensación que se pretende. He visto dar vueltas y vueltas a mi vida como una bola de masa digamos para galletas pues… solo para que se vea mas dulce; he removido sentimientos y los he vuelto a acomodar en su dichoso lugar. Mi madre me reclama por mis “gratas experiencias” y en ese instante siento como mi boca quiere estallar sin dignidad alguna… no, simplemente no. Es innecesario escuchar gritos de su parte, es innecesario hacerle pensar que no camino como ella me enseñó, mejor así, el saber que no ha superado su trauma social me hace desvariar con el mío. Pero la simple necesidad de tenerle me hace sonreír y tratar de ir un paso mas que ella aunque siempre me diga que cuando yo voy ella ya viene
Sólo ríe... no importa que sea alto o bajo, pero ríe.