Asertiva con el destino, según el Anestesiólogo modesto. Deslizada entre el tiempo, entre la inmundicia y la tristeza, así yo! Yo que reprocho a cada alma en pena… hoy tirada por completo, desplomada en el abismo, en el fantasmagórico sueño. así yo! Desnuda ante las ganas, la inocencia asechando, vencedora pesadez. Estoy enferma. Delincuente aquel que me negó la entrada al cielo, pues es inmenso… no la hay. La salida?, aquí mismo, bajo sus pies. Incoherencias… Ja! Pues me puedo quejar, pero prefiero callarme… de todos modos no habrá receptor. Mas de doce horas en una cama helada, una buena hipotermia terapéutica. No se que pasó, pero por aquello de las horas perdidas simple el susto. Mis neuronas embarradas de jazz y vacías por dentro. No queda mas nada…
Sólo ríe... no importa que sea alto o bajo, pero ríe.