Te he encontrado en una vieja libreta color cartón. casi en el centro, en las dos páginas. con la colilla en la mano izquierda para que no estorbe Se me está volviendo vicio ésto de trazarte. Podría escribirte ahora mismo... o podría hacerlo cuando te lleguen los hilos blancos. Esos hilos blancos hechos al tiempo, acordonando la medida de tu andar. Hilos que acicalan mis manos y tu espalda de pronto destellando en el olvido aprovechandose de las miradas y es que han vivido mucho. Los he escuchado murmurar abrumados a la orilla... en el borde enfurecidos y violentos. No se pueden contar de par en par. Los he visto libres y rebeldes... encajados en tu sonrisa de intrépidos en un beso... Les he palpado arremetidos entre mis escombros conmocionados... Esos tus hilos que no terminan de teñirse. Te cuento entonces... Has preguntado que si algún día escribiría sobre tu cabello suelto La verdad es que quiero hacerlo toda la vida.
Sólo ríe... no importa que sea alto o bajo, pero ríe.